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viernes, 30 de marzo de 2018

MANIFIESTO POLÍTICO MOJADO DE ESPUMA DE MAR


                                   Para mi lector y amigo, Miguel Aglio.

Me gusta deleitarme en la ropa
de las fotos de las mujeres desnudas.

Cuando están vestidas
me fascina indagar en lo que no quieren mirar.

Me encantan los sueños a la hora de la razón
y el niño que recoge cosas que no sirven,
como tu mirada planetaria sobre el pan. 

Me gustan las rebajas de mi propio ego
y como se suelta el pelo la soledad.
Me gusta declararme a una estrella 
con besos que se demoran años luz en llegar.

Os prometo la vida eterna
si me juráis que os perderé de vista
es muy agobiante la inmensidad.

Debo a la vida un instante para el recuerdo
y a vosotros un perdón que no sepa olvidar.

O sea, un traidor al uso de los hombres
una miseria en la mirada del más allá.

Esto no es un poema
es un manifiesto político
mojado de espuma de mar.

Mariano Crespo 

jueves, 29 de marzo de 2018

PROGRESO

  
   
               © Exposición y fotografía de Alfonso Brezmes
     

    A Rosa Plaza de Mingo. a la elegancia.

He leído en los heraldos del poder
una noticia que me ha aterrado.
Un coche sin conductor
ha logrado atropellar
a una ciclista igual que lo logra un ser humano.

En breve, prescindirán de nosotros para matar y para ser humillados.

Podremos tener prostitutas
sin remordimientos de conciencia
y sin permitirnos estar enamorados
o que nos dejen, sobre mojado,
en una tormenta de verano.

¿Se emocionará un robot ante un Tiziano
o lo tasará a su precio justo de mercado?

Me estoy haciendo joven
y quiero solo lo que he soñado.

Mariano Crespo 

            
           
 

miércoles, 28 de marzo de 2018

AHORA QUE EL MUNDO



                  "Creo que un artista es el que sabe 
        lo que tiene que podar 
       para que no se muera el árbol"
                                                                                           ANTONIO CASTELLOTE


Ahora que amigos míos se han jubilado
y otros se han comprado una esquela en la orilla del mar.

Ahora que a amigas las han bendecido los años
y mi sexo y mi cerebro las desean aun más.

Ahora que la inteligencia se ha desplomado en la bolsa
y los suicidas, por todo el planeta, están tomando el poder.

Ahora que el catecismo cotiza en la bolsa y dios
va al gimnasio, tiene coaching y una modelo por mujer.

Ahora que la gente compra una moto japonesa
para ir de la terraza al retrete al rebufo de la estupidez.

Ahora que el mundo no hace más que hacerse potentado
con esa manera tan avariciosa de mendigar para comer.

Ahora quiero enamorarme.

Porque nunca me gustaron las películas de mal final
y que mis cuentos de niño fueran para que durmiera
y no para que soñara una nueva historia de la humanidad.

Por lo demás os deseo a todos
lo que un amigo nunca debe desear.
Pero es primavera. qué más da. 
  
Mariano Crespo 


             

martes, 27 de marzo de 2018

FRÍO

                                 Fotografía de "El crepúsculo de los dioses"

Apenas queda nada de lo que pareció un volcán.

Tan solo el recuerdo de un poema que alguien no recitó
mientras nos besábamos.

El mundo se estaba desmoronando,
pero qué más da cuando el reloj del corazón está hecho añicos
y dios había cambiado la eternidad por un contrato basura.

Estoy solo.

Tengo ganas de besarte
pero no tengo evidencias de que existas. 

Hace mucho frío aquí dentro
apenas queda nada de lo que entre jadeos
me hizo pensar que vivía en un volcán.

Mariano Crespo 


           

lunes, 26 de marzo de 2018

GRAMÁTICA DE GÉNERO



A los hombres no nos enseñaron
a leer entre líneas la mirada de una mujer,
a descodificar un gemido de las entrañas

Por eso nos desconciertan tanto sus lágrimas.
Bastaría con observar el rocío sobre las dudas
o cuando se desata una tormenta en las certezas.
Debe ser cosa de que en los párrafos largos
no interpretamos bien las comas.
Y en los cortos ignoramos donde faltan los acentos
en las noches gélidas agudas, en las penas que son graves
y parecían cotidiana y tediósamente llanas
y en el portazo que siempre dan al salir las esdrújulas.
Si sorprende cuando el libro al concluir acaba con lo nuestro
es porque leímos el texto como si fuera inventado
o porque creíamos que eso pasa en las novelas de otros.


Mariano Crespo


                    
                   

domingo, 25 de marzo de 2018

CUANDO MIRO TUS OJOS



            A mi padre, un hombre bueno, que gustaba (o lo parecía)              de todo lo que me ilusionaba.

De aquella vez en que custodié a un loco,
durante un viaje por arcenes,
me ha quedado la duda crónica
de tener invertidos los papeles.
Me he hecho ladrón vocacional
aprendiendo de lo que me han quitado
soy eso que se suele llamar
un ciudadano honrado.
He vivido con hombres y animales,
me han obedecido los perros,
he torturado hormigas
me han mandado jefes y mujeres.
Es extraño el juego de poderes.
Me dan miedo las películas de miedo,
La huida es una virtud mal estudiada.
Los viernes son santos en mi cama.
Las reglas son el fracaso de las excepciones.
Nunca me gustó ir en manada.
Jamás amo tanto el amor
como cuando estoy solo,
al igual que el trabajo y las prisas
cuando estoy de vacaciones.
No tengo miedo a morirme
pero si a estar muerto,
porque no me voy nunca de un cine
pero si me asesina el sueño.
Peino Canas
ilusiones y proyectos:
Ser acróbata, torero, fraile mendicante,
puta y maestro.
Si me veis llorar
no os preocupéis
es una costumbre de orfandad
el no asumir los abandonos.
Pero he aprendido alguna cosa:
cuando se reparten las hostias
tiro la toalla.
Cuando miro tus ojos
entiendo la metafísica, el desorden
y la vía láctea.

Mariano Crespo 


              

martes, 20 de marzo de 2018

GABRIEL



                               
 A todos los voluntarios que trabajan por la Justicia.

No podemos con todo. 

Estamos hechos para una información limitada,
con detalles biográficos, con rostro. 

Hay miles de niños como tú, Gabriel,
muriendo en nuestras fronteras
huyendo de guerras con armas que igual vendimos nosotros. 

Pero no sabemos que se llaman Gabriel,
que tienen ocho años y les gusta cantar.
Sobre esa pequeña historia edificamos nuestro dolor.
Y el odio al que haya truncado tu vida.

No sabemos los nombres de los millones de niños
que andan perdidos y si saben cantar.

Por eso. tú, llenas la capacidad de dolor e indignación,
los otros son anónimos.

Todos tienen ocho años,
¡qué más da!
no les dejamos entrar
y las armas de las que huyen
igual nos equilibran los presupuestos.

Bendito seas, Gabriel,
que representas a un colectivo de horror,
y con nuestro dolor sobre ti,
sobre tu cara conocida,
nos podemos lavar la conciencia.

Mariano Crespo 



             

lunes, 19 de marzo de 2018

NOCTURNO


El futuro es con quién dormiré esta noche
y el pasado que estaba solo cuando desperté.

No sé qué es el presente, no lo sé, no lo sé.

Mariano Crespo


             

domingo, 18 de marzo de 2018

EL SILENCIO ETERNO


            
        A Manuel Rico 

Tengo el tema del que sería mi mejor verso
-entendiendo por mejor lo que si no mata enloquece-
pero no contaré jamás el episodio.
y ni siquiera pienso en las palabras para el brebaje.

Los dioses proclives tenían que darnos
la ceguera momentánea para no contemplar
esos momentos cuando hasta las pesadillas sienten asco.

A veces pienso
qué grandes poemas
están en le Biblioteca Universal del Silencio.

Y de qué inmensa fortaleza tendría que ser el espíritu
del elegido para soportar su lectura sobreviviendo.

Los poetas hay cosas que no dicen ni a ostias ni borrachos
ni por el sexo de su musa ni por el mejor premio literario.


Mariano Crespo 


              

jueves, 15 de marzo de 2018

IGUALES Y DIFERENTES


No me gustan todas las mujeres 
como no son de mi agrado
todos los hombres ni todos los españoles,
ni todos los zurdos de ideas,
ni siquiera los de mi barrio.

Son iguales. 
Por eso hay entre ellas el mismo número
de feas que de bellos,
de chicas inteligentes que de chicos tontos.
También somos diferentes
nosotros solemos tener el pecho más chico
y el pelo más corto.

Y malas. 
Cómo no admitir que hay mujeres perversas
si consideramos que las hay de inteligencia suprema.

Pero no puedo hablar objetivamente del mundo de lo femenino.
Me atrae y me fascina.
Me ha enseñado casi todo lo que todavía ignoro.

Me ha cerrado heridas y me las ha abierto.
He logrado con ellas que dolor y placer
sean una experiencia y no una palabra del diccionario.
Las he querido y las he hecho pupa.
Me han amado y me han tirado como una colilla.

Pero no estamos en paz.
No tengo tiempo para empatar 
aunque viva mil años.
Y si los creyentes tienen razón 
y existe el paraíso
yo me niego a entrar 
si no es de su mano.
Porque amparan como nadie.

Y con un dios macho el cielo es menos cielo.

Mariano Crespo



             

miércoles, 14 de marzo de 2018

LA CASA


Creo que desde los seis años
- tal vez fueran los cinco-
no tengo claro el concepto.
Mi señorita o quizás un fraile
me mandó pintar una casa.
Me quedó de vicio
y mis padres lo celebraron.
Mírala con sus ventanas,
la puerta, la chimenea, el humo.
Este niño va a ser arquitecto.
- Es listo como su padre
- Es listo como su madre.
Luego hubo un descuido educativo
y no me enseñaron a pintar la hipoteca,
el valor catastral.
los seguros y recibos de mantenimiento,
el Impuesto sobre Bienes Inmuebles,
las reuniones de vecinos.
Los dramas familiares
para repartirse la de los padres,
El exilio de quien tiene que irse
en los divorcios.
El miedo en los huesos de la calle
entre cartones e ignorancia de los peatones.
Más tarde no supo decir a una mujer
que se quedara allí para siempre.
Creo que desde los cinco años
-tal vez fueran los seis-
no tengo claro un concepto
y tengo la vida a la intemperie.
En las ciudades hay niños de la calle.
Yo soy uno de ellos.
Un poco crecido, demasiado grande.

Mariano Crespo


            
      

martes, 13 de marzo de 2018

EL VIEJO CANTAUTOR


    A Jose María Alfaya

El cantautor viejo afinaba 
y había un temblor lígero de su mano
al acercarse al vaso de agua.
Luego habló y canto y citó,
a Quevedo, Leon Felipe, Gil de Biedma,
Vallejo, Neruda,
todo el temario de una escuela
si en todos los colegios enseñaran a volar
y suprimieran las puertas. 
También canciones propias
con la ironía inteligente del juglar.

El cantante viejo
se fue en silencio.
Él era el telonero.

Después salió una mega estrella que dijo: 
sois todos de puta madre y que esto no pare.
También dijo vamos a reventar el planeta
donde unos mueren de hambre
y otros viven por la jeta...

La gente deliró al ritmo de las anfetas.
Luego, el cantante desafinó
todo un repertorio de protesta.
La masa dijo: este tío es una máquina,
sin darse cuanta que razón tenían
porque de ser humano no había seña.
Nadie cayó en la cuenta que esa rebeldía
afinada y sin asesinar la gramática
la había cantado un anciano
pero no habían comprendido el tema.

Afuera, a los medios de información,
un productor inteligente
-perdón, listo, que es más lucrativo-
pregonaba que los cantautores
fueron una moda que no han aportado nada,

Hemos traído, al abuelo, añadió,
por si venían los de su quinta
que les han dado a sus nietos
el dinero para un artista que es la ostia.

Eran las fiestas patronales de un pueblo
de cuyo nombre no quiero acordarme.


Mariano Crespo

         

             

domingo, 11 de marzo de 2018

EL SIGUIENTE


Yo siempre he sido el siguiente,
No he conocido la pole position
ni la virginidad de las mujeres.

Yo he sido siempre el siguiente,
el que no consigue la plaza,
el que pierde el puesto,
el que rellena la lista
de los premios comprados.
Yo siempre he sido el siguiente,
a las puertas del médico
y a la entrada de tu pelo.

Yo he sido siempre el siguiente,
de lo siento señor se acabaron las entradas
para ir a la belleza son muy limitadas.

Soy de la saga de los siguientes,
gente con dignidad,
que en caso de ejecución de pena de muerte
hacemos lo posible por colarnos
por si nos confunden con los recomendados.

Yo he sido siempre el siguiente,
hasta cuando estoy solo, hermanos.
He salido a mi padre
y a millones de ciudadanos.

Mariano Crespo

            

miércoles, 7 de marzo de 2018

EL POETA SE SINCERA

                                                                                  © Fotografía de DAVID HAMILTON
¿Una virtud?
No tengo rencor.

¿Una carencia?
No tengo revólver.

¿Una certeza?
No decir: nunca, no haría eso, si no he estado en ese infierno.

¿Cuál es el paraíso?
Una pareja que tenga en la mirada siempre la misma persona y sean ellos.

¿Que desearía?
Tener, cuando es preciso, rencor. Llevar un revolver cargado con una bala que se llamara como yo. Haber estado en el infierno de la otra persona y, que te salve ser los suficientemente hombre como para disparar contra el espejo que sangrara los añicos de todo tu pasado. Acogerse a esa mirada que tiene siempre la misma persona y amarse con ella en la bañera para dar una oportunidad a los dioses de ser piadosos y perdonarnos. Y perdonarse.

Mariano Crespo



domingo, 4 de marzo de 2018

Eres, mujer, justo todo lo que de la vida esperaba


.                                       
       A Jorge M. Molinero, poeta

No supe decir en un buen inglés: I need you, i love you.
Y en un encantador castellano: vámonos a la cama. 

Mi recuerdo, a pesar del blanco y negro, es que, a inolvidables ratos, fui feliz.

Mi anhelo era llegar a ser mayor porque no me atraían las mujeres jóvenes, como me sigue sucediendo.

Mi recuerdo es que necesitaba irme porque aquí nadie me esperaba en las postales ni en los besos.

Mi recuerdo es que  deseaba escaparme
porque predicaban la pureza los obscenos.

Precisaba irme de un lugar
en donde se llegaba al orgasmo diciendo amén.

Mi recuerdo es que me hice nocturno
porque no creía en mí el sol de la mañana.

No supe nunca decir en un francés de inmigrante: Ne me quitte pas.

Y en un seductor castellano:
eres, mujer, justo todo lo que de la vida esperaba.


Mariano Crespo 

         
        

jueves, 1 de marzo de 2018

EL TIEMPO DEL AMOR EFÍMERO


Hubo un tiempo
en el que las mujeres se desnudaban
de frente, sin prudencia, recato,
lencería ni secreto.
En su mirada de deseo
había brillos de hierba
y, en el aliento, aromas de ginebra
y de veneno.
Aves del segundo sexo
que vivían sin escuchar promesas,
y caminaban con el pelo suelto, sin carmín,
indocumentadas,
gritando los sonidos del silencio.
Posaban a Simone de Beauvoir
en la mesilla del templo,
a orilla de las margaritas,
junto a los retratos, la bisutería
y el espejo.
Hablo de un tiempo
en el que esas mujeres pasaban por mí
como arrollan los trenes nocturnos
la paz de los apeaderos:
fugazmente y con gran estruendo.
Un torrente de luz inmenso
anunciaba su llegada, su huida
y su regreso.
Mujeres sin nido
que mientras prendían tabaco negro,
me susurraban: ¡cuídate!,
se recogían el pelo, tosían mis besos
y se perdían en la noche,
con las bragas en el bolso,
sin promesas, con secretos.
Antes del ladrido de las dudas
y los perros.
Era una primavera de preguntas.
La respuesta está en el viento,
cantaba Bob Dylan
por Central-Park
en un Manhattan ebrIo.
y Víctor Jara caminaba,
aunque le dieran por muerto,
por la calle mojada con Amanda
y su recuerdo.
El “Che” era póster de cabecera
en paraísos de alquiler
con vistas al infierno.
Un hombre había pisado la luna
y las mujeres se hacían con el título
de propiedad de su cuerpo.
Llovía y llovía, pero el aguacero
era escaso para saciar la sed
y los incendios.
Hablo de un tiempo
en que el amor era efímero,
pero tan intenso,
tan embriagador el vértigo,
que morías de un beso de gracia
o te abatían con ráfagas de Neruda,
a la sombra de veinte poemas de amor
y un cerezo.
Y nadie apostaría
a que esos tiempos fueron ciertos,
si en la basura no perduraran,
como indicios del cielo:
Rayuela, textos de Freud,
discos rayados, banderas, panfletos…
Esa foto de Bogart, derrotado
y muy viejo…
...Y las cenizas que conservan,
tras el naufragio de las ideas,
lo mas cándido de esos mayos
y de aquellos sueños.

Mariano Crespo