A partir de que
has divisado un OVNI
el prodigio de la mecánica del cielo
se transforma de belleza a rutina
como el sexo en un burdel.
Amor, sabes que estoy hablando de ti
y del firmamento
por el orden que da el misterio.
No me alteran el pulso
los eclipses de sol o luna
pero me saca de quicio
que el rotar de los asuntos
me oculten tanto tu presencia
a años luz de mi boca.
Hasta que se abre la puerta
recurro al telescopio de los avistamientos
y compruebo que todo lo no identificado
órbita en tu nombre
y me recreo
como un astronauta enamorado
o un niño con caleidoscopio
en una siesta memorable de verano.
© Mariano Crespo
el prodigio de la mecánica del cielo
se transforma de belleza a rutina
como el sexo en un burdel.
Amor, sabes que estoy hablando de ti
y del firmamento
por el orden que da el misterio.
No me alteran el pulso
los eclipses de sol o luna
pero me saca de quicio
que el rotar de los asuntos
me oculten tanto tu presencia
a años luz de mi boca.
Hasta que se abre la puerta
recurro al telescopio de los avistamientos
y compruebo que todo lo no identificado
órbita en tu nombre
y me recreo
como un astronauta enamorado
o un niño con caleidoscopio
en una siesta memorable de verano.
© Mariano Crespo
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