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jueves, 1 de febrero de 2018

The End



No estábamos preparados, amor,
para conversar

en un ascensor
que se precipitaba al vacío.

Parece, amor mío, que no va a llover, creo que dije.


Mariano Crespo
 



                                        

miércoles, 31 de enero de 2018

ECHAR DE MENOS


Echo de menos 
cosas incómodas, 
como el disco de marcar los teléfonos,
los telegramas desde cualquier puerto,
los bulevares de algunas calles.
los anuncios de duelos en la radio,
las palmas demandando un sereno.
Echo de menos a Janis Joplin,
el ruido de los somieres,
la vergüenza en las farmacias,
las farolas rotas del parque,
y el póster de Novecento.
Echo de menos
el laberinto épico de los sujetadores
con corchetes que no admitían sobornos.
Echo de menos los curas rojos
y el psicoanálisis bonaerense,
aquellos pianistas tocados por mujeres
mientras sus manos acarician boleros.
Echo de menos cosas incomodas,
como esperarte a la vuelta del baño,
a la puerta de tu ombligo y tu casa,
a tu llegada a la estación del orgasmo,
a esperarte y que no me rimaran las palabras.
Cuando los carmines sabían a besos
y nos amábamos sin coartada ni cargos.
Echo de menos las carreras de caballos
en el hipódromo de tus medias,
y los percheros para colgar el cerebro
como en una casa de empeños.
Yo que soy de aquel tiempo
en que la ocasión la pintaban calva
y en los pubis se ensortijaba el vello.
Cuando el rubor de muchachas y cerezos.

Mariano Crespo
(De "EL RETRATISTA DE FLORES".Bartlby Editores. 2017)

                                          

martes, 30 de enero de 2018

LAS CHICAS DE OTRO TIEMPO


                                         
                        A Gloria Fuertes


Ahora es normal que hagan versos
pero yo no me enamoré de ninguna poeta.

Las chicas de otro tiempo
escribían diarios,
eran taquimecanógrafas
o enfermeras.

Estudiaban filosofía y letras
y se pagaban los estudios
como manicura y peluqueras.

En mi barrio una era azafata
y su hija nos enseñaba las tetas.

Ahora es normal que hagan versos
pero yo no me enamore de ninguna poeta 

Yo era un hijo de portera
con un máster de desvalimiento y miseria
y crecí con la poesía que escribió Gloria Fuertes
y a beber y llorar a solas también aprendí con ella.

Mariano Crespo
(De "EL RETRATISTA DE FLORES".Bartleby Editores. 2017)






                                               

lunes, 29 de enero de 2018

Intimidad


Exponte, amor.
Cuélgate de las paredes de los museos. 
Píntate en los muros de las calles. 
Comparece en las visiones de los profetas.
Grita tu nombre a las muchedumbres.
Deja caer tu retrato sobre calles repletas .

Solo así guardarás tu secreto.

A la gente cuando se les invade con una imagen pierde la curiosidad por las ideas.

A quién le importa lo que la Gioconda piensa. 
Mariano Crespo 


                                             



jueves, 25 de enero de 2018

Suspense vital

                                         

Una certeza basada en el enigma,
en la magia tras los visillos de la mirada,
en el confidencial laberinto de las palabras,
en una balada de amor cantada en morse,
en una ruleta rusa de un revolver encasquillado,
en el malentendido donde se posan las manos.
en el pecado original de la primera frase,
en el desnudo que oculta otro desnudo,
como una mujer que fuese muñeca rusa,
o un nudo que anudase otro nudo.
Estamos expuestos a la vista de todos
y creemos que no se sabe lo que pensamos,
pero los cadáveres no tienen misterios,
incluso todos saben que están muertos.
Puede que no seas , como en los cuernos,
el primero en enterarse de tus secretos.

Mariano Crespo


             
            

miércoles, 24 de enero de 2018

Programa de trabajo

                                                                                                     Pablo Neruda
                                   

                          Para Alicia Correa 

Cuando yo nací,
Ángel González ya deliraba los poemas de amor
que yo ahora por dentro escarbo. 
Neruda se hacía llamar Pablo 
y ya vivía,
sin todavía confesarlo.
y Vallejo se había muerto 
para que se cumplieran sus versos proféticos
de aguacero parisino sobre un peruano.

Pero ninguno conoció tus ojos, amor, 
y por eso escribo. 
Esa es mi voz, mi programa de trabajo. 
Mi misión consiste en contar cómo es el mundo, 
cómo se transforma, después de tú mirarlo.


Mariano Crespo


           

                                                      Poema de Neruda musicado por Manuel Picón 

martes, 23 de enero de 2018

Nostalgia


                                                                                                                Wendy (Anthony Devas, 1950)

                                        
                                      «Tu nostalgia del incómodo tiempo negro me ha hecho sonreír
                                       con complicidad. Estamos locos»
                                                                                                    ELVIRA DAUDET



                                Para Elvira Daudet


Coincido, contigo,
hermosa poeta,
en las dos cosas.

Estoy loco
y además siento loca nostalgia
entre cicatrices que fueron penas.
Como la madre recuerda
el primer tacto del niño
apartando el humo del desgarro
y la salvaje ruptura
de la vida por la puerta de la caverna.
Como guardamos añoranza
de barras de bares
que, si bien no niego,
nos sirvieron con diligencia
y excelente banda sonora
nuestras dosis diarias
contra la desesperanza,
en ellas descubrimos la traición
tras sus gafas opacas,
y bajando las escaleras
vomitamos nuestros fracasos
y a las primeras viudas negras.
No es que perdiéramos
allí la cartera,
que también,
sino que además
dejamos para siempre
la foto de carné
de la mujer
con la que habíamos
construido una biografía
con solo poner el primer polvo,
la primera piedra.

Amamos los partidos
que vimos de pie y estrujados,
los coches de choque
que llamábamos utilitarios
y, cómo éramos capaces
de hacer el amor en un sidecar,
gozamos el confort de las motocicletas,
y de las carreras urbanas
sin dorsal pero con un policía
pisándonos los talones y las contraseñas.

Nos afiliamos
a las causas proscritas
por besar a una mujer
o derrocar una miseria,
porque hubiera más jardines
y por cambiar los nombres de
las calles y las estatuas
ecuestres de las glorietas.
Y sentimos nostalgia
del tabaco 
que nos arrebató amigos
y de la ginebra
que nos robó la lucidez
aquel día,
en aquella puerta,
donde el futuro
era el ascensor
y subimos por la escalera.

Sí, Elvira,
no solo somos un pueblo
que hace días de fiesta de sus derrotas,
—el día que venció a la Ilustración
o que los gorilas quemaron las bibliotecas—
sino que además estamos tan locos
como para marcar en el calendario
de nuestros himnos y odas,
todos los días que gozamos un instante,
tan solo un leve instante,
durante un largo siglo de miseria
en un incomodo tiempo negro

de una lúgubre sala de espera.

Mariano Crespo