Tengo
amigos con antecedentes penales
y descendientes de ángeles.
He estado en sitios no recomendables
para los que se construyen un perfil
o pueden poner su nombre a una calle.
Firmé manifiestos incluso contra algunos dioses.
He bebido hasta derrumbarme.
Amé por encima de las posibilidades de un rey
y hasta fumé el tabaco de los suicidas
con el cadáver todavía caliente.
y descendientes de ángeles.
He estado en sitios no recomendables
para los que se construyen un perfil
o pueden poner su nombre a una calle.
Firmé manifiestos incluso contra algunos dioses.
He bebido hasta derrumbarme.
Amé por encima de las posibilidades de un rey
y hasta fumé el tabaco de los suicidas
con el cadáver todavía caliente.
Con
estos y otros lamparones,
no podría ser un cargo público respetable,
un tribuno a salvo de disparos editoriales.
Pero sin ellas, sin mis amadas miserias,
no me reconocería en un desfile
ni de los míos, ni de los otros,
esos seres de biografía pulcra
que no pierden el paso ni la mirada al frente
ni cuando hay cadáveres en el asfalto
ni cuando la vida rasga las bragas a la muerte.
no podría ser un cargo público respetable,
un tribuno a salvo de disparos editoriales.
Pero sin ellas, sin mis amadas miserias,
no me reconocería en un desfile
ni de los míos, ni de los otros,
esos seres de biografía pulcra
que no pierden el paso ni la mirada al frente
ni cuando hay cadáveres en el asfalto
ni cuando la vida rasga las bragas a la muerte.
© Mariano Crespo
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