Estoy asustado.
Tras esa cortina que se mueve
jamás ha habido nada
ni asoman unos zapatos.
Hoy, sin evidencias,
estoy seguro de que hay algo.
Sobre todo
cuando vosotros,
curiosamente vosotros,
intentáis tranquilizarme:
¡que no cunda el pánico!
© Mariano Crespo Martínez
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