He aprendido a hacer muchas de las cosas
que me daban miedo de muchacho.
Indagar bajo bragas y sostenes
ver al muerto en los velatorios
caminar solo de noche
recibir la visita de un ángel
y mantener la dignidad
ante el ladrido hostil de los perros.
que me daban miedo de muchacho.
Indagar bajo bragas y sostenes
ver al muerto en los velatorios
caminar solo de noche
recibir la visita de un ángel
y mantener la dignidad
ante el ladrido hostil de los perros.
Lo que no he llegado a realizar
es que lo que me hacía feliz de muchacho.
Decapitar a los malvados
secuestrar al profesor de gramática
casarme con una tonta
tener un puesto de peonzas, canicas
y pastillas de leche de burra
y jugar a las chapas todo el día
eludiendo la tortura del pescado
del potaje y de la ducha.
es que lo que me hacía feliz de muchacho.
Decapitar a los malvados
secuestrar al profesor de gramática
casarme con una tonta
tener un puesto de peonzas, canicas
y pastillas de leche de burra
y jugar a las chapas todo el día
eludiendo la tortura del pescado
del potaje y de la ducha.
Por supuesto, agradezco la fortuna
de no haberme topado con las hadas,
ni los estúpidos duendes de las lámparas
ni los viajes low cost a islas deshabitadas
porque los deseos que he ocultado de adulto
no me los cuento ni a mí mismo
de lo que me espantan y avergüenzan
de no haberme topado con las hadas,
ni los estúpidos duendes de las lámparas
ni los viajes low cost a islas deshabitadas
porque los deseos que he ocultado de adulto
no me los cuento ni a mí mismo
de lo que me espantan y avergüenzan
© Mariano Crespo
Maravilloso poema!
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