Es una bobada
pero no logro recordar
que ropa llevaba puesta
la mañana en que me divorciaba.
pero no logro recordar
que ropa llevaba puesta
la mañana en que me divorciaba.
Me acuerdo de que no vino la tuna
ni me tiraron arroz
a la salida del juzgado
ni había parientes
ni siquiera alguien que nadie conoce
y se cuela.
Qué quieren que les cuente.
Es un acto sin rito.
El juez no dice con solemnidad:
ustedes ya no son nada.
Si sucede
que, como cuando sales de una cárcel,
-y el ejemplo es una mierda-
te dicen que se ha abierto una puerta
pero tú, al contrario, sientes que todas
las puertas están cerradas.
No te ponen
ninguna joya que sitúe
a la gente sobre tu nuevo estado
pero, como cuando sales de la cárcel
-y el ejemplo es una mierda-
hueles a perro abandonado.
Es una bobada
pero no logro recordar
que alguien escriba un poema
cuando clausura un sueño.
Y no sé si fue un jueves
o un martes de lluvia,
sí que tomé un taxi
porque que en el metro se percatan
de la perplejidad y la tristeza
y no quería exponer el alma.
Es una bobada
pero cuando sales de la cárcel
-y el ejemplo es una mierda-
no sabes como estando libre
puedes arrastrar tanta condena.
© Mariano Crespo
La tristeza que destila un sueño roto -uno más..., uno de tantos- convertida en elixir que, apurado -y compartido-, ayuda -o no- a olvidar. Ese es tu poema, amigo y me gusta. Mucho.
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