Páginas

domingo, 12 de julio de 2015

Divorcio


Es una bobada

pero no logro recordar

que ropa llevaba puesta 

la mañana en que me divorciaba.


Me acuerdo de que no vino la tuna

ni me tiraron arroz

a la salida del juzgado

ni había parientes

ni siquiera alguien que nadie conoce

y se cuela. 


Qué quieren que les cuente.

Es un acto sin rito.

El juez no dice con solemnidad:

ustedes ya no son nada.



Si sucede

que, como cuando sales de una cárcel,

-y el ejemplo es una mierda-

te dicen que se ha abierto una puerta

pero tú, al contrario, sientes que todas

las puertas están cerradas.


No te ponen

ninguna joya que sitúe

a la gente sobre tu nuevo estado

pero, como cuando sales de la cárcel

-y el ejemplo es una mierda-

hueles a perro abandonado.


Es una bobada

pero no logro recordar

que alguien escriba un poema

cuando clausura un sueño.

Y no sé si fue un jueves

o un martes de lluvia,

sí que tomé un taxi

porque que en el metro se percatan

de la perplejidad y la tristeza

y no quería exponer el alma.


Es una bobada

pero cuando sales de la cárcel

-y el ejemplo es una mierda-

no sabes como estando libre

puedes arrastrar tanta condena.


© Mariano Crespo

1 comentario:

  1. La tristeza que destila un sueño roto -uno más..., uno de tantos- convertida en elixir que, apurado -y compartido-, ayuda -o no- a olvidar. Ese es tu poema, amigo y me gusta. Mucho.

    ResponderEliminar