Amo este mes que no aprueba nada a su tiempo,
con olor a cuadernos, lápices y libros,
a mujeres que se fueron a la playa niñas
y volvieron con la mirada sabia de las aguas turbias.
Amo este entretiempo de entrepiernas
que extravía la goma y el sacapuntas,
peleando con el cierre de un sujetador
o peleando con el último poema del primer libro.(Siempre se mora en el primer libro
y en el último poema,
nunca te encuentras).
Amo este mes que tararea canciones
con tanta fe y pasión que nunca las olvidas
aunque pasen las guerras y callen los mirlos.
Amo este mes como a mí mismo
porque te paraste en mi acera,
miraste las lagunas de mis ojos
y te quedaste a compartir un siglo.
© Mariano Crespo
con olor a cuadernos, lápices y libros,
a mujeres que se fueron a la playa niñas
y volvieron con la mirada sabia de las aguas turbias.
Amo este entretiempo de entrepiernas
que extravía la goma y el sacapuntas,
peleando con el cierre de un sujetador
o peleando con el último poema del primer libro.(Siempre se mora en el primer libro
y en el último poema,
nunca te encuentras).
Amo este mes que tararea canciones
con tanta fe y pasión que nunca las olvidas
aunque pasen las guerras y callen los mirlos.
Amo este mes como a mí mismo
porque te paraste en mi acera,
miraste las lagunas de mis ojos
y te quedaste a compartir un siglo.
© Mariano Crespo
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