(a Rigoberto Luis)
Mi compañero de cama en el hospital
ha sido un anciano buen hombre
que se dio un golpe en la cabeza.
Se llama Rigoberto
y así le nombraba
hasta que cuando me dieron el alta,
me intimó sin reproches
que le gustaba que Luis le llamaran. .
Siempre dejamos los mensajes importantes
para cuando no se precisan
como las buenas obras
y afilar la guadaña.
Fue jefe de mesa en el Casino de Mar del Plata
luego llegó Videla
y como no era su apuesta,
ha sido fontanero en España. .
Marché sin preguntarle
tan siquiera
en cuál de los dos trabajos
vio más mierda.
Parece que me afectó el golpe de Luis en la cabeza.
© Mariano Crespo
No hay comentarios:
Publicar un comentario