Tengo celos de la mujer de
Eduard Hoopper.
El pintor, cuando ponía oleo a su mundo,
la colocaba a ella para discriminar
lo universal de lo particular
cuerpo y espíritu en el mismo encuadre.
El pintor, cuando ponía oleo a su mundo,
la colocaba a ella para discriminar
lo universal de lo particular
cuerpo y espíritu en el mismo encuadre.
Dadme una mujer y os devolveré
mis sueños envueltos en su paisaje.
No es la musa,
es la portavoz del aliento cuando arde.
es la portavoz del aliento cuando arde.
© Mariano Crespo
equilicuá!
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