Entre Cortázar y Borges

Hace años el tiempo se detenía en invierno.
Eran años en que la premura era forastera.
Vivía en una isla y mi corazon era un archipiélago.
El planeta no era una agitada esfera
y créia que iban a ganar los buenos.
Movía el mundo porque tenía una palanca,
la gravedad solo era legal para un tal Newton
y mi mano acariciaba la blanca doble
para cerrar las historias de amor, las partidas
de dominó y el debate entre Cortázar o Borges.

© Mariano Crespo Martínez