Llueve otoñal
y me cobijo como un pájaro.
Él sobre la rama, yo debajo.
Octubre nos lo estaba regateando
pero se le ha desbordado el lacrimal del calendario.
La lluvia de otoño es un marca páginas
de vivencias del pasado
y en cuanto te moja
te traslada a un adiós, a una llegada,
a un abrazo.
Llevo las manos en el bosillo y paseo de tu mano.
Patinando sobre las hojas muertas
y los labios que en primavera cobijaron un beso robado.
Si cierro los ojos y cuanto hasta veinte
doy tiempo al poema a esconderse tras un álamo.
Mi vida son cromos repetidos que no cambio.
Las nubes están empapadas de mis sueños.
Llueve otoñal y tengo el sombrero abrumado.
© Mariano Crespo Martínez
y me cobijo como un pájaro.
Él sobre la rama, yo debajo.
Octubre nos lo estaba regateando
pero se le ha desbordado el lacrimal del calendario.
La lluvia de otoño es un marca páginas
de vivencias del pasado
y en cuanto te moja
te traslada a un adiós, a una llegada,
a un abrazo.
Llevo las manos en el bosillo y paseo de tu mano.
Patinando sobre las hojas muertas
y los labios que en primavera cobijaron un beso robado.
Si cierro los ojos y cuanto hasta veinte
doy tiempo al poema a esconderse tras un álamo.
Mi vida son cromos repetidos que no cambio.
Las nubes están empapadas de mis sueños.
Llueve otoñal y tengo el sombrero abrumado.
© Mariano Crespo Martínez
De los que tocan, maravilloso y acompañado de está gran voz;))
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