Soy grafólogo,
tengo conocimientos
de propagandista de quimeras
y en un curso sobre guardar la ropa,
aprendí a nadar de espaldas
para charlar con las nubes
y acurrucarme en la vereda.
Ejerzo de heterosexual
y creo más en la pareja
que en la escalera de color.
No malgasto en sexo barato
pero por un beso de amor
y una mirada con doble fondo
si hay que morir, mato.
Me fascinan las luces de neón
las tiendas de variantes y ultramarinos,
el olor del vientre en flor
el cine raro francés
y el teatro argentino.
Me emociono con el circo,
la cadencia de negros y gitanos
y el fútbol elegante
de los que por falta de furia
calientan el banquillo.
Puedo concebir un planeta
sin azul y cuadrado
pero no sin poetas
postre, niños,
e insubordinados.
He sido camarero,
vendedor de cursos de inglés,
portador ilegal de muertos,
nacionalista periférico
y concursé con una vaca
en un certamen de pechos.
Tengo cierta
tendencia a la traición ética de tribu.
Estoy por pensar
que me apuntaré a los otros
si alguna vez llegan al poder los míos.
Ay, amor, esa leal sospecha
para confiar más en mis pasos
que en mí mismo,
de renunciar a la doctrina
cuando me lo pide el instinto.
© Mariano Crespo
tengo conocimientos
de propagandista de quimeras
y en un curso sobre guardar la ropa,
aprendí a nadar de espaldas
para charlar con las nubes
y acurrucarme en la vereda.
Ejerzo de heterosexual
y creo más en la pareja
que en la escalera de color.
No malgasto en sexo barato
pero por un beso de amor
y una mirada con doble fondo
si hay que morir, mato.
Me fascinan las luces de neón
las tiendas de variantes y ultramarinos,
el olor del vientre en flor
el cine raro francés
y el teatro argentino.
Me emociono con el circo,
la cadencia de negros y gitanos
y el fútbol elegante
de los que por falta de furia
calientan el banquillo.
Puedo concebir un planeta
sin azul y cuadrado
pero no sin poetas
postre, niños,
e insubordinados.
He sido camarero,
vendedor de cursos de inglés,
portador ilegal de muertos,
nacionalista periférico
y concursé con una vaca
en un certamen de pechos.
Tengo cierta
tendencia a la traición ética de tribu.
Estoy por pensar
que me apuntaré a los otros
si alguna vez llegan al poder los míos.
Ay, amor, esa leal sospecha
para confiar más en mis pasos
que en mí mismo,
de renunciar a la doctrina
cuando me lo pide el instinto.
© Mariano Crespo
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