Este, además, es un oficio sin horario.
Cuando estás en la cama, sin coartadas ni testigos
te surgen los versos
de tu sumario,
perdón,
poemario.
Y te levantas raudo,
pese a la pereza,
para escribir tu defensa
en ausencia de ilustre
abogado.
Soy un presunto poeta del turno de oficio,
letrado,
sin beneficio.
© Mariano Crespo Martínez
Muy bueno.
ResponderEliminarGracias por la generosidad de tu mirada sobre el. eso seguramente lo hace bueno.
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