En ese ámbito de la
primavera
en que uno es capaz de leer sin daño
en la frágil mente de los pájaros,
comprendí que los jilgueros y los poetas
pasan demasiado tiempo volando.
También en febriles veranos
donde uno es capaz de tocar el mar
en cada mujer que posa las manos
aprecié que poetas y peces
pasan demasiado tiempo bebiendo
y los árboles y los poetas
pasan demasiado tiempo quietos.
en que uno es capaz de leer sin daño
en la frágil mente de los pájaros,
comprendí que los jilgueros y los poetas
pasan demasiado tiempo volando.
También en febriles veranos
donde uno es capaz de tocar el mar
en cada mujer que posa las manos
aprecié que poetas y peces
pasan demasiado tiempo bebiendo
y los árboles y los poetas
pasan demasiado tiempo quietos.
En este tiempo de otoño
en que uno es capaz de desertar de un lago
para alistarse en huracanes y terremotos
me conmueve que el pez, el árbol y el pájaro.
-que cuidan de mi niñez desde que era viejo-
pasen demasiado tiempo
en la geografía plácida de tu cuerpo
para mostrar al poeta el talento
de echar raíces, beber y alzar el vuelo
sin apartar la mirada del poema
en el libro abierto de tus deseos.
en que uno es capaz de desertar de un lago
para alistarse en huracanes y terremotos
me conmueve que el pez, el árbol y el pájaro.
-que cuidan de mi niñez desde que era viejo-
pasen demasiado tiempo
en la geografía plácida de tu cuerpo
para mostrar al poeta el talento
de echar raíces, beber y alzar el vuelo
sin apartar la mirada del poema
en el libro abierto de tus deseos.
© Mariano Crespo
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