Eso que ahora me hace
tanto daño
yo lo he hecho antes,
por eso no juzgo,
tampoco apunto en libretas negras
ni tomo medidas para trajes
y por eso, también, ay, soy más vulnerable.
yo lo he hecho antes,
por eso no juzgo,
tampoco apunto en libretas negras
ni tomo medidas para trajes
y por eso, también, ay, soy más vulnerable.
No soy mejor que tú.
Hubo un tiempo en que con bondad
espontánea sembré cadáveres.
Ahora
podría ser malo,
peor que nadie,
pero sucede que me gusta mi cara
y mi andar desgarbado por la calle.
peor que nadie,
pero sucede que me gusta mi cara
y mi andar desgarbado por la calle.
Ahora puedo firmar mis pasos,
poner a mi nombre las palabras
que salen de mis labios
y dar apellidos a mis silencios
porque ya no escapo de mi sombra
ni comulgo dioses de masas
y no tengo propósito de enmendarme.
Ahora solo quiero, amor, profanarte
y reivindicarlo en favor de la belleza,
en la cotidiana lucha contra la barbarie
y que los titulares de prensa de mañana
si tienen vergüenza, callen,
© Mariano Crespo
VIVIMOS... en tiempos convulsos de renacientes dioses que nos hacen comulgar con ruedas de molino. Y abrimos la boca, cada vez más para tragar y callar.
ResponderEliminarEl infierno está empedrado de buenas voluntades. Y de cadáveres. Nosotros, quizás.