No nos acuses del rictus de desconfianza
en la comisura fértil de los labios
ni de que vayamos abrazados
a contemplar el reloj del campanario.
Observa más bien
que es un prodigio amarse
entre tanto desahucio.
Contempla la cosecha pese a los presagios,
pese a los augurios de buitres disecados.
Es motivo de asombro y mágico
que brote la semilla del embriagador laberinto
en los tiempos del cambio climático.
© Mariano Crespo
en la comisura fértil de los labios
ni de que vayamos abrazados
a contemplar el reloj del campanario.
Observa más bien
que es un prodigio amarse
entre tanto desahucio.
Contempla la cosecha pese a los presagios,
pese a los augurios de buitres disecados.
Es motivo de asombro y mágico
que brote la semilla del embriagador laberinto
en los tiempos del cambio climático.
© Mariano Crespo
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