No
tengo motivos que justifiquen
mi desdén por las ranas
pues me he pasado la vida
coleccionando charcos.
mi desdén por las ranas
pues me he pasado la vida
coleccionando charcos.
Además,
silencios de trompetas,
ventiladores averiados,
necrológicas de mis muertes
y la ausencia de pum de los cohetes
mojados o defectuosos de serie.
ventiladores averiados,
necrológicas de mis muertes
y la ausencia de pum de los cohetes
mojados o defectuosos de serie.
Colecciono,
también, nubes abstractas,
películas sublimes que no entiendo,
pecados mortales de pensamiento,
exposiciones de fracasos anónimos
ungüentos contra los ungüentos
las claras de la mañana
las yemas de tus dedos
tercas persianas que no bajan,
y las escaleras que no suben
por falta de deseo.
películas sublimes que no entiendo,
pecados mortales de pensamiento,
exposiciones de fracasos anónimos
ungüentos contra los ungüentos
las claras de la mañana
las yemas de tus dedos
tercas persianas que no bajan,
y las escaleras que no suben
por falta de deseo.
Amo
también elementos
que ni colecciono ni poseo
como esas casas señoriales
del centro de las ciudades
con fantasma, entrada de carruajes,
gas en todo el edificio
aseguradas contra incendios,
y en donde en los carteles de venta
dicen que la razón la tiene el portero.
que ni colecciono ni poseo
como esas casas señoriales
del centro de las ciudades
con fantasma, entrada de carruajes,
gas en todo el edificio
aseguradas contra incendios,
y en donde en los carteles de venta
dicen que la razón la tiene el portero.
Una
de esas casas vacías
que si estuvieran en París
y las alquilara Marlon Brandon
se convertirían en un género,
una obra maestra de muerte y sexo.
que si estuvieran en París
y las alquilara Marlon Brandon
se convertirían en un género,
una obra maestra de muerte y sexo.
© Mariano Crespo
No hay comentarios:
Publicar un comentario