Cuando
trabajas con palabras
o con piedras
bajo cada pieza
- los días de bonanza-
hay una posible historia,
un relieve, una leyenda.
o con piedras
bajo cada pieza
- los días de bonanza-
hay una posible historia,
un relieve, una leyenda.
Basta
acariciar cada capa
y las mujeres empiezan a tener nombre
y biografía las estatuas.
y las mujeres empiezan a tener nombre
y biografía las estatuas.
Hay,
por descontado,
días aciagos
en que las piedras
te sugieren la palabra piedra
y las palabras son de arena.
días aciagos
en que las piedras
te sugieren la palabra piedra
y las palabras son de arena.
En
esa esquina de miseria
se narra la propia impotencia
y por una razón que desconozco
surgen los mejores poemas.
se narra la propia impotencia
y por una razón que desconozco
surgen los mejores poemas.
Tengo
pavor
a que la vida,
el arte,
la belleza
sean una absurda ocurrencia.
a que la vida,
el arte,
la belleza
sean una absurda ocurrencia.
© Mariano Crespo
Como los de León Felipe, así son tus poemas.
ResponderEliminar"Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...
Grato descubrimiento, con tu permiso seguire el blog desde Buenos Aires, abrazos
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