Estando el sol en lo alto nos van a regalar un estío con niebla. Como en la sala de espera de las agonías nadie rompe el silencio por si algo se altera.
A la espera.
Ninguna mente alumbra una idea que se transforme en palabra. El grito es un lamento sordo sin argumento. La rebeldía no tiene guión. Nadie apuesta a ciegas por ninguna bandera. Por qué miramos con desconfianza a los pájaros. Algo me dice que porque vuelan Que nadie se mueva hasta saber hacia dónde.
A la espera.
Nuestros vigías tienen el desconcierto grabado en la cara.
Hay noticias confusas sobre el paradero de los profetas.
Dijo que se iba a ver a su hija y le sobraban médicos para ese viaje. Conozco los ojos de niños con embarazos voluntariamente truncados porque vi los ojos de sus madres.
La vida para quien la trabaja. Los templos carecen de piedad y útero. Ningun ser humano es un código de barras, ni un angelito en el limbo
He puesto todos los huevos en el mismo cesto. Me riega perfume con esencia de canela. He recogido las llaves del fondo del mar. He arrojado al fuego mi agenda.
He puesto un telefono rojo en mi mesilla por si me sueñas de urgencia. Y me paso las noches poniendo tu foto de marcapáginas en mis libros de poemas.
Nunca entenderé la mezquindad de los hombres a los que prodigó su natural esplendidez y las muchas mujeres de las que fue exquisito guía por los caminos del placer y en plazuelas y mentideros murmuran heces de él.
Hay damas que cuando se recogen modifican no solo su propia biografía sino la de los demás.
Cuando la noche se fumaba, la seducción daba lumbre. Con un ¿me das fuego? han comenzado hecatombes.
A la hora de barrer los cafés recogían junto a las colillas los besos intentados, mucha ceniza y, en una servilleta arrugada, mis sonetos sin destino ébriamente rimados.
Si no conservas el olor a fósforo en los dedos ni citas de memoria los malditos versos de los náufragos es que te guareciste de neones, de estrellas, y no supuras por las cicatrices de los estrellados.
Si escribir cotizara en bolsa los poetas invertirían en otros valores.
Amamos la palabra sobre todas las cosas. tanto como conocemos que al igual que el Partenón o los grandes linajeso los imperios gloriosos tienen su belleza en la caída el esplendor en la ruina.
Los derrotados son invencibles. La esencia del fuego son las cenizas.
Le llamábamos don Domingo el de la patilla tiesa. Le decíamos así, tan crueles, porque usaba unas gafas de pasta con una sola pierna.
En todo el curso, don Domingo, y su delgado monedero no pudieron evitar que su gafa no fuese cojita y con celofán mantenida a flote en el vértigo de la cara.
Era y es mi colegio público, el "Manuel Sainz de Vicuña", en Moratalaz donde juega mi niñez y come pan y quesillo. En donde hay un guá para mis canicas y un círculo para la peonza.
Ahora, me dicen, le quieren quitar a don Domingo, y a nosotros, sus niños, la otra patilla porque quieren acabar con la enseñanza pública.
Y eso si que no que no me toquen la infancia ni la de mis hijos.
Han creído insultarme en tantas esquinas de mi vida señalando con desprecio que me apunté a la cultura de la derrota. Y decían que eso era de cobardes.
No lo sé.
Pero ahora pregunto humildemente: ¿Adónde nos ha llevado vuestro éxito?
Cuando niño me regalaron un tren que descarrilaba antes de cada estación. Aprendí a montar sus vías y el alfabeto de mi decepción. Años más tarde cuando un temblor de vías se alojaba en la estación del corazón, irremisiblemente huía, confundiendo el miedo a los adioses, antes de los holas, con una libertad vana y de ocasión.
Croe que algunas de aquellas chicas me recuerdan como un fugado.
Alguna me lo ha perdonado.
Otras me guardan en un lugar destacado en el desván del rencor.
De todos las afliciones que el ser humano padece en su condición, de las que más abomino son las que el mismo se infiere.
Por eso aquel que ama al semejante es un espiritu noble porque está amando al posible hacedor de la belleza y a sus vez, de igual modo, al posible hacedor de la barbarie.
Tocó la dura tela del traje de luces. La acarició muy despacio, y la posó sobre la cama. Luego se desnudó de un solo golpe de hombros del escaso batín que la tapaba.
El me dijo que ella, con parsimonia, se soltó el pelo como quien cita en corto como quien reta con la mirada y los pezones desafiando a losojos y que, mirándole fijamente, se acercó hasta su oído caminando despacito cruzando el paso. Allí susurró que ese traje no era un regalo había que ganarselo en el ruedo.
Y tuve la certeza de que aquel muchacho lo había hecho, arriesgando en los terrenos en donde manda ella porque llevaba el cuello marcado como quien viene de dos faenas desafiando a la muerte donde se coge y se pierde el miedo y. si no te vienes abajo, te da derecho a mirar de frente.
El entorno, el marco, el tiempo son determinantes en la naturaleza de nuestros actos.
No sé si se deberá a que me estoy haciendo viejo pero añoro los largos paseos por la orilla del Duero, jugando con un junco y admirando los álamos,esas tardes de pelar manzana para la compota o de quitarle piedras a las lentejas. O esperar la noche sentado en el poyete jugando con unas piedras.
Cuando fui al ejército descubrí que todo el proceso de formación consistía en que actuaras rápido al sentir una orden gritada nunca explicada, que la eficacia era no dudar y si no podías estar muerto.
Por eso te hacían desfilar porque es todo lo contrario que un paseo.
Más adelante descubrí que lo moderno, lo posmoderno era vivir en el vértigo, pisar el acelerador al cerebro. La vida era de tal velocidad que hasta los más veloces se dopaban para ir más rápido.
¿Hacia dónde?
Qué más da, rápido, rápido, rápido.
Y alto, hasta la luna.
Hasta el infinito y más allá. Como decía un filósofo de plástico.
Ser inteligente era no tener pausa te lo decía du director de banco para que firmaras la póliza, el vendedor de chalés con vistas a la nada, la compañía de móviles, -que tremendo el móvil acabó con los paseos- y hasta los trileros. Todos nos han pedido decisiones rápidas.
Y hasta aquí hemos llegado. Cuando hasta los entrenadores de baloncesto en cuanto las cosas van mal piden un tiempo muerto.
Necesito un tiempo vivo, mio, muerto para el delirio, vivo para el sosiego.
Estoy harto, Reivindico la pausa, el paseo al borde del Duero, mis charlas con los álamos. Las conversaciones con los amigos. El cine con guionistas y argumento aunque no tenga 3 D, mejor en blanco y negro, pero que salgas de una película y te acuerdes de un diálogo para toda tu vida y no con cara bien ganada de memo.
Reivindico, la pausa, la quietud, el jazz, la música barroca y la lectura en silencio.
Posiblemente no llegue a nada, pero después de pelar manzanas para una compota, nadie sale corriendo a asaltar un nido de ametralladoras, a comprar acciones de bolsa, a votar a su asesino, a comprarse un apartamento en el Purgatorio, a hacer todas esas cosas que resultan inimaginables tras pasear por la orilla del Duero, tras conversar con los álamos, tras pensar mientras escuchas el canto de los pájaros.
El mejor poema está escrito con palotes y garabatos. En la rivera del río de la servilleta de un bar.
En las esquinas café del diario.
En la palma futuro imperfecto de la mano.
El mejor poema anda extraviado en un cabás sin merienda de la memoria escolar y no logramos rescatarlo de entre el polvo de la tiza y las moscas que no cazamos.
El mejor poema lo olvidamos cuando nos expulsaron del paraíso.
del pajaro alado del entusiasmo sabio, rojo, pez, ojo.
Otra vez sabio, rojo, pez, ojo. Ojo de pez sabio rojo ojo, pez.
Cuando te ardes incienso,
cirio que no se apaga
espíritu de la belleza
candelita sagrada,
medallita de plata, paloma blanca, ave alada de la bonanza sabiduria nítida, alba.
Cuando te ardes incienso quiero, deseo, amo, jadeo, lloro, no pienso, siento, me derramo. Otra vez quiero, jadeo, amo, me derramo. Otra vez nítida, sabio rojo, alba ojo, pez.
"Lo que fuera de mis compañeros del bote, como de aquellos que se salvasen en la roca o de los que quedaran en el buque, nada puedo decir; pero supongo que perecerían todos."Jonathan Swift. "Viaje a Liliput"
Si no eres adicto a los naufragios no has nacido para narrador. Los viajes plácidos no dan para un relato siquiera para una conversación tediosa, aburrida la chimenea, dormido el jarrón.
Si quieres ser narrador especialízate en charcos y lodos. Siéntate en el banco del parque por el que las mujeres transitan deprisa y sollozando con un pañuelo que no tienen y el corazón sangrando.
Contempla en la puerta del centro sanitario al hombre rocoso y fuerte que con un sobre grande y un diagnóstico en la mente se desmorona en una esquina y vomita la bilis del miedo y del desamparo que no conforta el aire.
Observa los parques y contempla al niño con el que no juega nadie. Y al gorrión recién nacido que no logra alzar el vuelo y pía un SOS a su madre. Al gato que perplejo lame a su hermano atropellado que primero, convulsiona, y después no es nada, nadie. Oberva la mirada del gato y, si te quedan emociones, irás a blasfemar al retrete.
Detente en la librería a observar al inmigrante, de color pobreza, que, a escondidas, lee el Marca, con los ojos brillantes por el triunfo del Atleti. Agachado y muy pendiente para que no le saquen tarjeta roja y tenga que irse a la calle.
El espectáculo de cabezas bajas que nos ofrece el metro cuando alguien entra y con la mirada opaca, de la retina vencida por el jaco, reza una letanía de juglar por si su miseria urbana conmueve a la anciana que perdió un hijo yonqui o al desempleado que se le ha dado comprender que siempre hay alguien por debajo en el escalafón miserable de la cotización en el vertedero del mercado, en el índice “sin salida” del que nunca informan los diarios bursátiles.
Si quieres ser narrador no has de huir de los naufragios. Pero no te dejes vencer por el sueño o te apresarán los enanos.
(A mi amigo Isaac Rosa y los trabajadores de "Público)Hay un ciudadano africano, de color negro, que, a la puerta del supermercado, vende su sonrisa, aunque tenga "la farola" en la mano como capote o engaño.
Yo creo que le he visto la misma solitaria revista desde hace mas de un año. -le vigilo fingiendo que leo un periódico cerrado, "Público", por poner un caso-.
Con lo que empiezo a sospechar que todos mis vecinos guiados por mi misma carencia le compran el producto de su alma en la trastienda de sus ojos, en el escondite de su boca, como una mercancia prohibida por extravagante y extraña.
Porque el negrito de mi esquina como antes, en el franquismo, mi librero de cabecera, vendía una cosa clandestina y mostraba a Pemán o Cela.
La policía que nunca se entera cree que vender la farola y lo que nos vende es la sonrisa, -droga dura en estos tiempos- sin permiso y sin licencia.
Amo a los locos. Amo a los solitarios. Amo a los perdedores. Amo a los despistados. Amo a los soñadores. Amo a los ilusionados. Amo a los que hablan solos.
Amo al que te besa, amor mío, con las ganas de un día de fiesta.
-Los pasillos son como un ajedrez. y que también mengua.
Que me llamen noctámbulo. Nocheo de vida. Alunizo en plenilunios. Tengo cara oculta. Estaba solo como ella.
Y ella vino en septiembre, luna roja de carmín, luna negra. Sus labios atacaron mi boca que sorprendida, desarmada, saco bandera blanca y se rindió a su beso como una anexión de saliba y espuma. Ahora soy el amante prisionero de la luna.
Pero no se asusten. -el médico viene por las mañanas- Si me conocieran bien -las monjas son putas y malas-
me llamarían vidático.
- no me gusta que me den corrientes en la cabeza-
De vida llena. -tengo una estampa de la virgen del Carmen-
De vida que crece.
-los domingos ponen paella-
De vida que también mengua.
No se enamoren de la luna, es lunatíca pérdida y la pobre no lo sabe, y estos hombres que se rien también lo ignoran.
Pero al amanecer me dan leche templada, blanca como mi luna, y unas lunitas llenas, pequeñas en desayuno, comida y cena.
"Podemos imginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta donde podemos hundirnos"E.M.CIORAN
La otra noche,en la placidez del sofá, descansando con mi amada vimos en pantalla grande un documental sobre Mauthausen.
Los presos eran informados de su mortal destino con música de opera. No se puede hacer un uso tan carroñero de la liberadora cultura. La belleza como envoltura de la barbarie.
El espanto fue invadiendo nuestras cabezas al comprobar de lo que es capaz un hombre cuando ha desposeido a otro de la legitimación de su igual de su consideración de prójimo por un invento de razas puras por un cuento de pueblos elegidos por el castigo a ideologías adversarias por el cultivo de putos mitos de curiosas religiones, que predican el amor con la ira de sus dioses como patrón de comportamiento.
Abandoné lo poco que tenía de una fe cuando estuide que ese dios mandaba a un padre matar a su hijo para probar su obediencia y su fe inquebrantable.
No he echado ni vertiré sobre la cabeza de mis hijos agua de un dios que en un ratito de ocio me podría mandar matarles. com prueba de amor.
En la cama tuvimos que reconciliarnos con la especie de la única manera que sabemos. Mágica, dulce, suave. Porque el amor es nuestra única forma de vengarnos de esos tipos sin escrúpulos que nos están rodeando. Y no aman, no saben. Y de esos dioses miserables que si aman y saben tienen un sentido del humor parecido al de Mauthausen.
Nadie leía los blogs. Entonces, Blogueros Reunidos SA
idearon los premios Liebster. Ahora, las páginas siguen sin ser leídas, pero al
menos las aireamos.Para mi sorpresa, alguien se fijó en mi blog de poesía como en uno de los cinco que señala el premio y ese alguien fue Amando García Nuño que lo hizo a traves de su bloghttp://parecequevuelvotarde.blogspot.com.es/, .
Me toca, pues,
el premio, y ahora soy yo en elndargado de repartir injusticia y elegir mis cinco damnificadoa . Aquí están:
Enhorabuena a los premiados. Un beso por haber hecho injusticia y el resultado seaís vosotros.
Instrucciones
de montaje del Liebster, para los elegidos:
1. Copiar y pegar el
premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó. 2.
Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir
comentarios en sus blogs, o por cualquier otro medio, para que conozcan que han
recibido el premio, 3. Y, por último,
esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs
preferidos.
Alguna vez, sabes, si me acompaña la fortuna, haré un programa de radio por la noche con ese título tan largoy con jazz, boleros y tangos. Un programa agarrao y bailable.
¿Te acuerdas de mí?
Soy ese tipo que se para en los escaparates a ponerte vestidos que llevan mujeres de plástico, sin tus ojos verdes.
Soy ese tipo que lleva tu anillo en la mano que te acaricia el pelo. El loco del sombrero que te confundía Barcelona desde la bodega de aquel barco acristalada para curiosos japoneses, madrileños y enamorados sin pasaporte.
¿Te acuerdas de mí?
En la facultad de medicina quería besarte. Soy el alto y desgarbado con el que te negabas a ir al cine, con el que te rozabas y te daba miedo y calambre. Por eso en los taxis buscabas refugio en la esquinas y en las comidas con amigos nos eludíamos la mirada como ciegos que se tienen hambre.
¿Te acuerdas de mí?
El tipo al que regalaste una cartera para que guardase el aire y un reloj para que no se confundiese de año y supiera el espacio exacto de tiempo que faltaba para volver a abrazarte.
¿Te acuerdas de mi?
Solo la luna y yo sabemos tu nombre.
La gente imagina, supone, hace cábalas, pero ignora tu perfume y la esencia de ternura que conforma tu talle. Y el tesoro sin isla que en tu cabeza yace.
Abrió un ojo. Empezó a tomar conciencia de su nombre (elegido por su abuela) de su oficio (elegido por su padre) de la casa que habitaba (elegida por su madre) del día de la semana (elegido por los dioses) de lo que le esperaba en la jornada. (elegido por su peor enemigo). ... Se cubrió la cabeza con una sábana con vocación de sudario o de mortaja. Y entonces sucedió. Aquel perfume le llegó a la nariz -un órgano humilde acostumbrado a catarros, alergias y accidentes- y le encendió el cerebro que le alborotó la entrepierna y, como un guerrero de Venus, armado para una fiesta. saltó de la cama de un brinco sin memoria.
Ya merecía la pena, la hora del mísero despertador, el puñetero día y la asquerosa semana. Todo tenía un color entre la manzana de la concordia y el beso de la duda.
Tu eres mi hermano. Hijo de mi misma madre. Tu eres mi hermana la que está haciendo la calle y que vino a cuidar niños engañada por el hambre, seducida por los neones y los escaparates.
Tú, al que niegan la salud por un asunto de papeles. Tú que devuelves la casa al banco y le debes lo que no tienes después de haber vivido en un andamio de edificios que no venden.
Tu eres mi hermano al que piden los papeles policías que te ven el color de cara o la miseria en la que vistes y los cartones en donde duermes.
Tú eres mi hermano y no somos españoles, ni europeos, somos del planeta. Tenemos los mismos derechos.
Tu eres mi hermano y el de ellos los que te expulsan y te niegan como el numero trece maldito de las doce tribus que mandan. Me ha tocado ser Abel y a ti Caín, en un reparto miserable pero la tierra es nuestra madre. Y no entiende de estirpes malditas. Ni tu quieres asesinarme.