Páginas

sábado, 24 de noviembre de 2012

The answer, my friend


 
Te recuerdo
de cuando fuimos puros sin pretenderlo.

Ahora que el tiempo nos separó te sigo queriendo,
aun conociendo ya que nuestra pureza era un engaño,
como todos los milagros.

Carlos Gardel, antes que a cantar,
aprendió a bailar el tango.



De jóvenes nos movemos al ritmo que tocan los otros
y si la orquesta se detiene solemos sentarmos.

No te guardo rencor porque se te olvidase
leer con piedad en el envés de mis ojos.

La vida son cuatro días
y, durante uno de ellos,
el cuarto de nuestro tiempo más insensato,
nos reímos tanto de este invento
que se nos reventó el estómago.

Cabe la posibilidad de que el mundo se haya vengado.

The answer, my friend,
is blowin' in the wind...

 
 
La respuesta, hermano,
el viejo Bob ya canta con traspiés
convertido a la iglesia católica,
no está en el viento.

Lo que flota en el aire,
ahora lo sabemos,
es energía eólica.

La respuesta no era el enemigo.
Como don Alonso Quijano
peleamos contra molinos.

Lo juro
por aquellos pocos
que no nos estafaron al comprar sus sueños.
 

Asemejaban tanto a la deseada mañana,
en nuestras noches de luna borracha,
que consentimos a aquellos delirios ajenos
constituir nuestro Nirvana.


 © Mariano Crespo Martínez





                 

1 comentario:

  1. Cierto. Puede que el mundo se haya vengado...

    Gracias, Mariano, como siempre.

    ResponderEliminar