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lunes, 4 de noviembre de 2013

Parásito mortal


Aprendí a volar con aves carroñeras
y gracias a este magisterio,
nunca gratuito, 
desarrollé un raro instinto 
para detectar la presencia
cercana de un cadáver 
aunque fuera clandestino. 

He visto difuntos 
en miradas de muchachas 
en cansinos vuelos de cigüeñas
en etiquetas de claveles
en botellas de mala uva
en ujieres de museos 
y en cloacas de cinco estrellas.

Aprendí a volar con aves carroñeras
el día que me libraron del muerto parásito 
que me amarraba a la tierra. 

Si hospedas un  muerto dentro no detectas muertos fuera.

© Mariano Crespo



                         

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