Páginas

martes, 26 de noviembre de 2013

Tiempo




Las diosas dan miedo.

Y el templo.

Y el tesoro
del jardín de Venus. 

Por eso uno pierde tanto el tiempo 
en prolegómenos, 
asedio de pétalos
preludios,
vísperas de culto. 

Luego, uno descubre,
sin necesidad de alquimia, 
que el tiempo (perdido)
era oro. 

El espacio efímero 
en que buscamos El Dorado 
ignorantes de que lo pisábamos. 

Tuvimos bajo los pies
lo que añoraremos desde el telescopio.

© Mariano Crespo



                  
                        

No hay comentarios:

Publicar un comentario