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viernes, 28 de diciembre de 2012
Adivina quién viene a desvelarte esta noche
"Sólo una cosa no hay. Es el olvido".
Everness. JORGE LUIS BORGES
Los bebés tienen una identidad sin señas
el breve tiempo que a cualquier estímulo atienden.
Una mañana dicen papá o mamá
y el anonimato desaparece.
Los padres te llaman por un nombre
al que terminas por atender
cuando llega a tus oídos.
Es el verbo de tu verbo ser.
Es posible que el número del Registro fuera más recomendable.
Pero ese nombre propio,
digamos que Mariano,
va construyendo en tercera persona
una biografía selectiva de recuerdos y vacíos.
Desordenada, te marca a fuego
lo efímero, lo agudo, lo crónico.
Los primeros fríos del invierno,
la fiebre debutante de estío.
Mariano ama, lee, llora, viaja, se acatarra...
Con un momento crucial:
el de la elección de la amistad
y la eliminación de otros testigos.
Mas el olvido no existe.
La historia universal no ignora tus desaparecidos.
Los descartados por tu memoria,
los proscritos de tus afectos
aportan datos al Registro.
Conviene para no confundirse
que la biografía de tu nombre no difiera de la de tu número.
En lo heroico, en lo trivial, en lo mezquino.
La noche es el momento idóneo para cotejar datos.
Con la luna por testigo.
© Mariano Crespo Martínez
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