qué desilusión.
Me negaba a aceptar que la vida
imitase al cine, al teatro,
y nos regalase de tanto en cuanto una reposición.
Pero nadie me previno de que la historia
de la gente, la cultura, la ciencia y el conocimiento.
imitaran burdamente a la biología.
No me resigno a que a cada renacimiento le siga una redefunción.
A cada época de libre pensamiento una opresiva religión.
No lo tolero.
No, no no.
© Mariano Crespo Martínez
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