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viernes, 14 de diciembre de 2012

Una termita en el alma llamada tristeza



                    a Pedro Luis González Matarrubia,   con admiración.



La tristeza es como el olor del talego
no se va por más que lo orees en libertad.


Como el frio que crece con tus huesos desde niño
y nadie entiende la tiritona que te sobreviene
en los incendios.

La tristeza es como la cara de fiambre
que tienen los trabajadores de la morgue
aunque sea liviano el cadáver.

La tristeza es el chiste que se cuenta en el quirófano
cuando la muerte y la vida están en las yemas
de dedos camuflados en el látex.

La tristeza, ojos lunes de invierno
en la mirada escolar de los pequeños.


La tristeza es el rictus turista que asalta por sorpresa
a las preñadas mientras se acarician el ombligo
y, revoltosos, traviesos y cucos los miedos vienen de visita,
rosas y azules como ausentes patucos.

La tristeza es la última palabra del poema
que nunca será publicado.
Ese inédito del fondo del armario.
 
La tristeza es la copa solitaria
en un bar oscuro que toman los fotógrafos
de bodas y bautizos.

La tristeza es la baba de los viejos
frente a las rejas de ventilación del metro
que levanta la falda a las muchachas.

La tristeza es el trabajo de negar
la prestación de desempleo,
de pedir la donación de órganos a una madre,
del lotero que vende los números de la derrota
que siempre toca en nochebuena.


La tristeza es la termita de las presumidas erecciones,
la sequedad desértica en la boca y en el coño.

La tristeza es no tener ni dios ni dioses
y tener que dejar las plegarias en las fotos de los muertos.

Sí, soy un hombre alegre.
Comparado con los agrios,
con los enfermos,
con los hambrientos,
con los que creen que una paja es sexo.

Soy un tipo afortunado
querido,
esperado cuando sale.

Soy un hombre feliz
pero
cuando escribo
un mundo me sale de la tripas
con una lágrima y sin pañuelos.




Soy la alegría de la huerta,
el tomate maduro y satisfecho
que se pudre al escribir fuera del huerto.

 © Mariano Crespo Martínez




                

2 comentarios:

  1. Mi admiración plena a este poema, a tus poemas y a ti.

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  2. Siempre es un placer venir a "Farosinmar" Gracias por estas delicias. T'estimo

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