No es imaginable mayor traición,
- con el atenuante de ignorancia del misterio-
que la perpetrada a la promesa de amor eterno
camuflada en el candor en retirada
del beso
primero.
Cuando el candor se nubla
regresa el ángel a su vulgar vuelo de efímero pájaro.
© Mariano Crespo Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario