Es difícil cambiar a un hombre.
Incluso a la baja,
por un ángel bueno.
Es fácil encontrar acomodo a un muerto
incluso a sus cenizas
y al llanto de sus deudos.
Es difícil acomodar a un recuerdo.
Es fácil pedir asilo, amor,
al amparo de tu cuerpo
Difícil es cambiar a una mujer.
Incluso a la baja,
por la bóveda del cielo.
© Mariano Crespo
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