"Mi memoria equidista de un espacio
donde no estuve nunca:
ya no me queda sitio sino tiempo".
"Doble vida".
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD
El primer amor no se olvida como la tabla de multiplicar.
Y tal parece que sabemos,
no sé si para bien o para mal,
como empieza este tinglado
con la ignorancia bendita de cómo va a acabar.
Al igual que borradores de novelas
pergeñamos varios finales
con la complicidad del azar
pero el libro del amor concluye
cuando el editor pierde la paciencia
y clausura el tiempo de crear.
El tiempo de las cerezas.
La memoria de los cerezos
conserva la huella del amor puro y del nocivo
como de la primera vez que tocó el mar.
La primera vez creemos que es breve y definitivo
pero cada nueva cosecha,
con entusiasmo gramatical renovado,
conjugamos en presente el irregular verbo primaverar.
© Mariano Crespo Mártínez
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