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domingo, 20 de enero de 2013

La memoria de los cerezos




              "Mi memoria equidista de un espacio
                   donde no estuve nunca
:
         ya no me queda sitio sino tiempo".

                                                "Doble vida".

               
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD



El primer amor no se olvida como la tabla de multiplicar.


Y tal parece que sabemos,
no sé si para bien o para mal,
como empieza este tinglado
con la ignorancia bendita de
cómo va a acabar.


Al igual que borradores de novelas
pergeñamos varios finales
con la complicidad del azar
pero el libro del amor concluye

cuando el editor pierde la paciencia
y clausura el tiempo de crear.



El tiempo de las cerezas.

La memoria de los cerezos
conserva la huella del amor puro y del nocivo
como de la primera vez que tocó el mar.



La primera vez creemos que es breve y definitivo
pero cada nueva cosecha,

con entusiasmo gramatical renovado,
conjugamos en presente el irregular verbo primaverar.


© Mariano Crespo Mártínez



          

                

                   

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