"Que seas feliz
si puedes
y mientras tanto
si dices que quieres escribir
escribe
y no me toques los cojones"
"Así" del poemario " Si Dios me pide un Bloody Mary"
CARLOS SALEM
En las despedidas siempre hay un despedido.
Eventuales epitafios de una historia marchita
con pasaporte sellado para el país del olvido.
Las despedidas son difíciles.
A la francesa es de cobardes.
A lo "Casablanca" es para que te partan la cara
al compás de La Marsellesa.
A lo cobrador del frac de los afectos
es tan común como ruín y mala.
A por tabaco, es una cabronada.
Un escueto adiós, aunque seas ateo, parece una salida digna.
Mejor que decir, con la voz quebrada del desprecio, de nada,
sin que te digan gracias.
© Mariano Crespo Martínez
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