Sería tan cómodo
que toda la basura
fuera de los ajenos.
No quiero la mirada cínica
del que cree que es un género
la mirada hacia dentro
de la autocrítica.
Ese recelar del recelo.
Resabiados sabios que piensan que pedir perdón
es una vanidad imperdonable del inflado ego.
Hay tipos que creen que a la conciencia
basta con arreglarle el pelo.
En un ataque de individual optimismo
el mundo se complace espiando a otros con desvelo.
Desde que para mi sombra
estoy a sueldo me vigilo a mí mismo.
A menudo me disgusta aquello que veo.
© Mariano Crespo
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