Hombre y mujer
simulamos nuestra caricatura
pero somos lo que queremos ser
y alcanzamos la estatura
que nos dejamos crecer.
No siempre que admiramos lo bello
pensamos en su posesión.
Cuando me extasío
ante el cuerpo,
la mente,
el corazón de una mujer,
y lo proclamo
no es más de lo que es.
La belleza es una carencia
al mismo tiempo
que un poder.
Es una distancia que limita
y un breve espacio
a proteger.
No te hagas un lío
no rices el rizo
no des la vuelta al revés.
No pienses que si miro tus ojos
me rindo a tus pies.
Hablando claro como el agua:
A mí me gustan las fuentes
aunque no tenga sed.
© Mariano Crespo
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