Tengo por hábito
guardar tu mirada en mis pupilas
al cerrar los párpados.
Plagio tus pupilas en los sueños
y en las pesadillas te abrazo.
La noche es un camino largo
que se aligera de tu mano.
Cuánto sabe la luna
de esto que te hablo
cuando dormida te acuna,
cuando ya me callo.
© Mariano Crespo
Cuánta belleza destilan los versos de un gran poeta enamorado!
ResponderEliminarGrande, como de costumbre.