Entre el amor y el odio
está el óxido de los días.
Entre el odio y el amor
una pausa febril del miedo.
Entre tú y yo
días de lidias
y días de sosiego.
Noches de sol y tardes de niebla.
Creerse la excepción y ser la regla.
Noches de niebla y tardecitas de sol.
Creerse la regla y ser la excepción.
Y esa complicidad del roce de la mirada
en los mismos arboles, pájaros, peces,
y decir digo donde dijimos diego,
tantas, tantas, tantas veces.
© Mariano Crespo
No hay comentarios:
Publicar un comentario