No amamos el mar en calma
de las postales
ni el color canela de la arena
en la orilla en donde la espuma
borra un corazón.
El que nos da pavor
y estremecimiento
amamos.
El abismal
tan cercano de la muerte
y de la porosa bruma
el que nos provoca el vómito
y la belleza,
el que nos ve llorar sin inmutarse
y hace reír a los delfines,
el basurero lleno de vida
de latas y corales
de tedio
y de aventura
de petroleros
y piratas
de tesoros hundidos
y mierda a flote
de historias embusteras
y leyendas ciertas
de sirenas
ensenadas
calma chicha
y arboladas pavorosas.
Se me ha ido la cabeza.
Era el mar la propuesta
y llegué al amor con la marea.
Saber nadar no es garantía
de que el amor
te hechice.
Amas el amor porque es impredecible.
La pasión sin riesgo
es para coleccionistas de tiempos muertos.
El mar y el amor es para los derrotados invencibles
los que llevamos una esquela
por partida de nacimiento.
Yo elegí la posibilidad de perder el imperdible
por eso digo la verdad aun cuando miento
y cada vez que caigo mi alma vuela.
© Mariano Crespo
Tú eres experto en mares...y sus confines...
ResponderEliminar