Plenamente convencido
de que para escoger un hogar
tenía que probar todas las chimeneas
progresa adecuadamente
en conocimiento estéril.
Es el fuego el que elige lo que quema.
La fortaleza del amor es nuestro lado débil.
O dicho de otra manera:
Sal de la calle que lleva tu nombre
vete a un descampado, pide la vez y espera.
© Mariano Crespo
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