Cuando Tomás respira la habitación se queda sin aire.
Tomás es explosivo como una bomba de acciones.
Tomás es un llanto convertido en grito
en la búsqueda de un hombre vivo.
Labor que se antoja imposible hasta para él
dado que al hombre le asesinaron.
Era su abuelo.
Desde entonces Tomás
es, de una noble manera,
nieto de todos los republicanos muertos.
Cuando Tomás se levanta
despierta con él el enfado
marcado a fuego en el carácter
de los piratas nobles.
Cuando Tomás barrunta una idea
nos pone a los amigos en orden de combate.
Luego, la medita y se riñe.
Se enfurruña y los amigos traemos pacharán y besos.
Le fabricaron de buena marca pero no le pusieron el "pause".
Tomás es ese enemigo público que,
como un cíclope de barrio
con un ojo de halcón,
un super-heroe en rebajas,
al alcance de los todos los bolsillos,
que va sujetando el mundo
del empuje de la barbarie.
Cuando Tomás respira la habitación se queda sin aire.
Todos saben que es imprescindible para la Justicia que este hombre se enfade.
Cuanto Tomás descansa en paz es que ha dado comienzo la vorágine.
© Mariano Crespo Martínez
Es un poema precioso Mariano, contiene una enorme ternura entre sus letras al amigo, me ha emocionado mucho leerlo.
ResponderEliminarUn beso