Asistir a pasajes de la propia existencia
en una representación pública de teatro
sería un espectáculo didáctico y dramático.
El público reiría cuando uno está llorando.
Lo que hace increíble nuestra representaciones que es improvisada.
Los momentos cruciales de nuestra vida no tuvieron ensayos.
© Mariano Crespo Martínez
Y los postreros tampoco los tendrán. Me temo.
ResponderEliminarGracias.