Hablar con quien conmigo camina
me ha hecho la vida
a ratos placentera,
en otros momentos ingratos, soportable.
Con mis prójimos en grupo
he sido más escapista.
Me cuesta buscar la mirada,
encontrar el argumento,
cuando la gente va en hilera
desfilando más que andando.
Entablar amistad con los peces no es fácil.
Como detener el curso del viento.
© Mariano Crespo Martínez
Hay quien desfila en ordenada fila de a uno aunque vaya sólo. Triste.
ResponderEliminarGracias.