En mi barrio la novias llegaban intactas
en desnudez al matrimonio.
Todo se tocaba sin quitar nada.
De ahí nació la expresión "meter mano"
que hoy en día es una reliquia del habla.
En donde yo crecí
todos los muchachos vimos
a la misma chica
lo que se había palpado
a las legítimas.
La encontré hace pocos años
y me parecía como de la familia.
Como un patrimonio público
en pedagogía mamaria.
La orografía sentimental de una barriada.
A aquella chica,
como a una canción de Serrat, nos la sabíamos todos.
© Mariano Crespo Martínez
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