A la primera mujer que di un beso con lengua
me parece recordar que fue a Ingrid Bergman.
Lástima que no viniera a los guateques de mi amigo Pedro,
porque era de las que se dejaba tocar las tetas
porque ni hay acomodador en los sueños,
ni las divas se protegen el pecho con las carpetas.
Cuán diferente es el Metro Vinateros
de la Metro Goldwyn Mayer.
Qué distinto es el ladrillo visto
al celuloide.
Cuando estuve en lo alto de una de las Torres Gemelas
miré a su hermana a sus ojosy el aire de la bahía del Hudson
nos estremeció a los tres.
Casi nos cogemos de las manos,
las torres y este peón
de un ajedrez en el espacio.
No sentí vértigo
hasta que las vi caer en llamas, en directo
Un hombre que ha besado a mujeres ya muertas
y subido a edificios que son cenizas
tiene una conciencia frágil sobre lo eterno.
Pese a ello me regocijo cuando cada vez que te miro siento el primer estremecimiento.
Una eternidad es un momento.
© Mariano Crespo Martínez
tiene una conciencia frágil sobre lo eterno.
Pese a ello me regocijo cuando cada vez que te miro siento el primer estremecimiento.
Una eternidad es un momento.
© Mariano Crespo Martínez
En efecto una eternidad, es un momento, puesto que ella, está compuesta de momentos dilatados en el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo