Cuando joven no recuerdo
que una mujer me dijera
qué joven te encuentro.
Tampoco guardo memoria
de que me susurraran tantas procacidades
cómplices
y me besaran sin taparse el escote.
No es que me sienta viejo.
Es una sospecha que me tiene insomne.
Acaso, sin percatarme,
me habré transformado en espejo.
que una mujer me dijera
qué joven te encuentro.
Tampoco guardo memoria
de que me susurraran tantas procacidades
cómplices
y me besaran sin taparse el escote.
No es que me sienta viejo.
Es una sospecha que me tiene insomne.
Acaso, sin percatarme,
me habré transformado en espejo.
© Mariano Crespo Martínez
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