A mi amigo, Miguel Nuñez, que derrotó a la tortura
La gran desventaja
de mi carencia de fe
es la renuncia expresa
a reencontrarme con mis amadostras la sobremesa
de la última cena.
El privilegio
es descartar encontrarme con ellos
en el infierno.
.
En el Guantánamo eterno.
No obstante, hay algo mas inmundo
e insufrible que el designio
ajeno de ser un torturado.
Obtener la plaza eterna voluntaria de verdugo.
© Mariano Crespo Martínez
La poesía titulada "Torturas" escritas por Wislawa Szymborska, premio Nobel de literatura en 1996, es leída por hombres y mujeres de Euskal Herria que han denunciado haber padecido torturas.
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Nada ha cambiado.
El cuerpo es doloroso,
necesita comer, respirar y dormir,
tiene piel fina y, debajo, sangre,
tiene buenas reservas de dientes y de uñas,
huesos quebradizos, articulaciones dúctiles.
Para las torturas todo se tiene en cuenta.
Nada ha cambiado.
El cuerpo tiembla como temblaba
antes y después de la fundación de Roma,
en el siglo veinte antes y después de Cristo,
las torturas son como fueron, aunque la tierra ha menguado
y diríase que todo sucede a la vuelta de la esquina.
Nada ha cambiado.
Salvo el número de habitantes por metro cuadrado,
a las viejas culpas de suman nuevas,
reales, imputadas, momentáneas y nulas,
pero el grito del cuerpo que las avala
era, es y será un grito de inocencia
según el baremo y escala seculares.
Nada ha cambiado.
Quizás los modales, las ceremonias y las danzas,
pero el gesto de brazos protegiendo una cabeza
sigue siendo el mismo.
El cuerpo se retuerce, forcejea para liberarse,
cae postrado, dobla las rodillas,
lividece, se hincha, babea y sangra.
Nada ha cambiado.
Salvo el curso de los ríos,
la línea de los bosques, costas, desiertos y glaciares.
Por esos parajes el alma yerra,
desaparece, vuelve, se acerca y se aleja,
ajena a sí misma e inasequible,
ora segura, ora insegura de su existencia,
mientras el cuerpo es, es y sigue siendo,
y no tiene donde cobijarse.
No había leído tu poema ni visto la foto hasta hoy, Mariano. Se me escapó entre el ruido de la cotidianeidad.
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