Me llegaron noticias de Magallanes
cuando solo era almirante
y no había ascendido a sonda.
Tuve la voluntad de alistarme
a sus órdenes y dar la vuelta al planeta.
Me faltó coraje.
Nunca anduve sobrado de osadía
y mi repertorio de aventuras
cuando no eran invento tampoco eran verdad.
Bien es cierto que por entonces solo viajaban los perseguidos
y los que no saben respirar sin perseguir.
Hay hombres que rastrean sueños
y otros que los encuentran solo con dormir.
Los que tenían que meter algo en el estomago
y los que tenían que eliminar el tedio de existir.
Yo no tuve valor para alistarme a un suicidio,
ese tipo de aventura con final fatal.
Desconocía que tan arduo es ese viaje
como el inverso:
Cuando el planeta empieza a darle la vuelta a uno
y no existe freno a esa cruel travesía
porque está narrada en algún lugar.
La diferencia es que el cuaderno de bitácora se llama poesía.
© Mariano Crespo
No hay comentarios:
Publicar un comentario