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sábado, 7 de septiembre de 2013

Augurio


Dejé de pedir
prestada 
una palabra
a una mujer
desde que me dijo:

Olvídame. 

Y como en un murmullo, breve
-quiero decir una hecatombe-



cerró la entrepierna.


© Mariano Crespo 




                      

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