Algunas noches escribo cartas
a ese lejano sitio
al que van a volar los globos
que se escapan de la mano de un niño.
Algunas noches tengo una fe razonable en lo impreciso.
Mas tarde vienen los ángeles.
Luego, amor, ya estoy dormido.
© Mariano Crespo Martínez
Sencillamente hermoso!
ResponderEliminarSaludos Mariano.
Muchas gracias por tu generosidad, Adriana.
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