a Fran Picón
Una noche en Zaragoza delirante
como una jota Ebria
o como si la luna
se bebiera de un trago el río y su cauce.
Alguien pudo confundirme
con las ruinas romanas
y a Fran con Cesar Augusto
contemplada la ciudad desde mis ventanas.
Un grupo de mujeres se empeñó en la tarea
de cubrirme de besos para protegerme del Cierzo
con un Ebro tan pletórico que bajaba marea.
Puse el nombre de deseo al nuevo tranvía
que pasaba a la sombra de la basílica
en memoria del perdido que no entiende la guía.
En añoranza mía
que gozaba como Zara
de su aragonmanía.
Una noche en Zaragoza delirante
como una jota Ebria
o como si la luna se bebiera
de un trago el río y su cauce.
© Mariano Crespo Martínez
Que guapos los dos:))) y que bien recitasteis.
ResponderEliminarQue gozada.