Hay costureras que clavan alfileres
a los niños cuando estan jugando.
Existe dios porque estoy blasfemando.
Las palabras en determinado orden
son cómplices de asesinato.
Cuando trabajé en las Urgencias
me enseñaron que no está mas grave
quien más está gritando.
El peligro es que exista el pistolero
no el que te esté apuntando.
Más que el pájaro en mano
vuelan ciento volando.
Esta noche no debería escribir
porque la paciencia se me está acabando.
Y por eso paro.
Me callo.
© Mariano Crespo Martínez
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