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sábado, 11 de febrero de 2012

El final de la adolescencia



Los frailes cantan laudes en el coro.
Suena una canción francesa.
Veinte grados bajo cero
entre los chopos,
caliente la bragueta.
Viene turbio el rio Duero.
Pasa el tren y no me lleva.
Los grajos desafinan.
Pasan tres chicas rubias
ante la indiferencia de las ovejas.
Suenan las campanas.
Crece la remolacha.
El azucar y Edith Piaf
han decidido mi marcha.
Miedo en el estomago y la garganta.
Elegí entre la sopa boba
y un camino llamado incertidumbre,
para los optimistas, esperanza.
El vino en la taberna.
El calendario de las tetas.
Llega el tren al apeadero.
El destino no se compra en el billete
por más que el revisor lo pique
y no note mi temblor de piernas.
Allez venez! Milord
vous asseoir à ma table
Il fait si friod delors
Ici cést confortable.
"Deus in adjutorium meum intende"
"Domine ad adjuvandum me festina," (*)
Ánimo, chaval,
tienes la vida por delante.


MARIANO CRESPO
(*)Oh Dios, ven en mi auxilio. Oh Señor, date prisa en socorrerme.

                                            

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