Los poetas no tienen uniforme
ni contrato laboral, ni paro.
Solo una conformidad disconforme
una búsqueda de amparar y amparo,
una soledad acompañada enorme,
y un pudor confundido con descaro.
Ser poeta, en las formas, es deforme,
en el fondo, un oscuro que ve claro.
El poeta, en ocasiones, se pone el uniforme
y su palabra se convierte en un disparo.
© Mariano Crespo Martínez
..y ,certero,hace diana en el punto exacto que acoge el sentimiento.
ResponderEliminarGracias por las emociones que me provocan tus versos. Siempre.